Si la solución que ofrece el PP al nacionalismo catalán es un nacionalismo español, mal vamos.

Nos hemos quedado sorprendidos con la celebración pepinilla del día de la hispanidad en Barcelona, con la rubia del botox toda sonriente ensalzando su españolidad, y afirmando en ese recuento de mayorías silenciosas al que ya nos van acostumbrando, que son 47 millones de españoles los que al parecer están en contra de la consulta catalana.

 

Como después de las encuestas que lanzaron sobre la "popularidad" del Madrid 2020 ya no nos creemos nada, pues nos hemos decidido a hacer una serie de puntualizaciones sobre la idiotez de la celebración del 12 de octubre en Barcelona.

 

1) El nacionalismo catalán no ha sido nunca independentista, hasta ahora.

 

2) La redicalización del nacionalismo catalán se debe sobre todo a los ataques externos por parte de sectores rancios españolistas. Aún nos acordamos de aquellas campañas contra el cava catalán y otras gilipolleces alentadas por esa especie de nacionalismo rancio español.

 

3) Enfrentar a un nacionalismo otro excluyente es completamente estúpido, y eso es lo que lleva haciendo el nacionalismo patrio contra los nacionalismos vascos y catalán muchos años.

 

4) Dar cobertura a ese nacionalismo español excluyente por parte del PP es un error de estado

 

Y el PP lo ha hecho en el pasado y sigue haciéndolo, alentar un nacionalismo español excluyente, un nacionalismo a medida de patriobajeros, utilizando una serie de símbolos no integradores. Y lo más triste y patético es que intentan hacer de ese nacionalismo su seña de identidad, robando al resto de los españoles la idea de patria, en un ansia de aglutinar a sus votantes, sin el más sentido de Estado.

 

Hace ya mucho tiempo que venimos diciendo que el PP tan sólo actúa para mantenerse en el poder, para aglutinar a sus votantes, evitando que se vayas, y perpetuar así su situación. El PP no trabaja por el país, no tiene sentido de Estado. Prueba de ello son sus actuaciones faltas de inteligencia, sus balbuceantes explicaciones sobre la corrupción, su apuesta por el nacionalismo español excluyente.

 

Al PP le importa una mierda España, sólo se preocupa por perpetuarse en el poder, y lo están haciendo desde el punto de vista más irracional posible, creando una brecha tras la cual parapetarse, valiéndose del meapilismo y patriobajerismo más comercial para atar a sus votantes.

 

Patético, de verdad.

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